Si no hubiera estado tan cansada, o si no hubiera hecho tanto frío. Si él no hubiera preparado té o ella no hubiera traído mantas. Sin un bocadillo o la señora que narraba cada cambio en la superficie del satélite terrestre... no habría sido igual.
Dentro de 18 años, en 2033 el universo se alineará de nuevo dando lugar a este maravilloso suceso de eclipse de luna rojo. Probablemente ambos vuelvan al mismo rincón, o tal vez decidan llevar sus mantas y el té a otro sitio.
Pero sea lo que sea que el tiempo quiera hacer con ellos que no haya hecho ya, permanecerán juntos en el eterno perigeo de sus vidas. Dos masas que dan vueltas en sus respectivas órbitas, sin llegar a tocarse, pero lo suficientemente cerca para sentir su calor.
Y el gato de Alicia sonríe desde el mar en el que navega, rojo y lleno de cráteres.
Att: LadyWinter
