Este año, por lo menos, será recordado por esto último: tardes y mañanas de sol ocultas en una habitación frente a un montón de libros. Una verdadera pesadilla.
¿Y quién puede negar que esto no sea más que un sueño? Los sueños, a veces, son muy vívidos. Sobre todo esos que crees que no puedes manejar hasta que tu subconsciente te manda un e-mail a la mente para decirte que te relajes, que nada de lo que estás sintiendo es real.
Yo todavía estoy esperando ese e-mail.
Aunque no creo que llegue.
Nietzsche diría que eso es de cobardes, que es propio de la persona débil, del que no es capaz de aceptar el sufrimiento y solo quiere el placer.
Maldito Nietzsche, tiene toda la razón. Si la vida fuera un eterno retorno tendríamos que amar cada instante, con sus momentos malos y con sus buenos, con sus fracasos y con sus éxitos.
Enfin, la teoría siempre es más bonita y más fácil en el papel.
Solo digo que si esto es una pesadilla, por favor que alguien adelante las agujas del despertador.
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