lunes, 1 de enero de 2024

Gracias 2023. Bienvenido 2024.

2023, un año que me hace reflexionar, que me invita a aplaudir como si de una función se tratase. Ha salido bien, sin previo ensayo. Las luces y el sonido han entrado a tiempo, y cada frase ha sido pronunciada en su momento, tal y como debía ocurrir. Ha habido pintura, música, teatro, escritura, cine, viajes... Han habido retos, frustraciones, acompañamiento y personas que son medicina. Han resonado la soledad y la convivencia con la misma. He sostenido mi propia independencia a todos los niveles de los que soy capaz de imaginarme. Ha sido un año de sentir el estar lejos y de querer estar más cerca. Ha sido reconectar, reformular, innovar, crecer, salir de lo conocido, comunicar, trabajar, tener objetivos y formar parte de cosas más grandes que yo. Ha sido atravesar duelos, construir relaciones y darme cuenta de la importancia que tiene mantener cerca a la gente que se quiere. Cuidarnos. Escucharnos. 2023, un año de aprender a poner límites, a tender puentes, a ser asertiva, comprensiva y compasiva conmigo y con el resto. Ha sido disfrutar de hacer el tonto, conectar con la naturaleza, hacer deporte y tener proyectos. Vivir, a un ritmo marcado a veces por mí, y a veces por lo que tenía delante. 2023 ha sido concluirlo teniendo más claro lo que ya latía en mí, lo que me alimenta y me da fuerza: la Música, el Arte, el Teatro. Ha sido un recordatorio de que soy Capaz. Con miedo, con ayuda, con vergüenza, con ilusión, con incertidumbre, con gente, conmigo, con ignorancia, con conocimiento, con ganas, con días raros, con mis circunstancias, con sueños e ilusiones, con todo y con fé. Soy capaz, tengo fé en mí, reformulo mis creencias y siento el poder que albergo. Todo esto he aprendido en 2023. He aprendido a escuchar mis ritmos, mis tiempos, a darme espacios, a escuchar mis necesidades, a dar salida a mis emociones, a sentirme. He aprendido a valorar el silencio, el Sol y el buscar hacer lo que me gusta. Acabo este año, 2023, agradecida, feliz y abrazando todo esto. Inspiro. Retengo. Sonrío. Lo suelto. Por otro lado, entiendo que 2023 tuvo su sombra, sus días y temporadas más tristes, en los que he sentido vacíos, ausencias o rechazos. No siempre ha sido fácil mantener el equilibrio. 2023 ha contenido momentos de sinsentido, de inestabilidad, de sentir desubicación y de no entender qué hacía o por qué estaba donde estaba. Veo estos momentos mirando hacia atrás colocándolos en su contexto, y siento un orgullo y paz tranquila al saber, que he lidiado desde un afrontamiento asertivo estas épocas más complejas. Me he visto, he analizado dónde estaba y qué era lo que me hacía mejor en el momento concreto. Qué podía dar de mí y qué no. Me he comprendido, sin exigirme y respetando mi proceso, convirtiendo el paso por esos momentos en una fuerza interior resiliente y curativa. La dificultad no escapa a la vida; 2023 lo demuestra, como cada año, pero con un matiz que me deja en paz; he estado Presente en este año. 2023 ha sido coger el timón y mirar de frente las tempestades, ha sido también disfrutar de dejarme llevar por el mar y de marcar mi propio rumbo. Las expectativas. 2023 ha estado llena de ellas. Aquí me viene a la mente la siguiente frase alemana "Lass dich überraschen", que viene a decir "déjate sorprender". Considero necesario tener objetivos, perseguir ilusiones, marcarnos metas, trazar planes y crear proyectos. Lo veo, ahora, de todas formas, algo muy diferente al concepto de "expectativa". La expectativa es eso que esperamos que pase de una determinada forma. Es una espera pasiva, en la que imaginamos que el resto adivina lo que pensamos y lo hace realidad al instante. Sin embargo, todos tenemos expectativas y raramente coinciden. Para este año que empieza, 2024, quiero reducir la expectativa y aumentar la expresión y la proactividad. Decir y hacer, sin esperar a que el resto atienda a esa llamada silenciosa de mi mente. Hacerla verbo y facto. Y dejarme sorprender, por lo que pase a mi alrededor, por lo que el resto ponga sobre la mesa. Dejarme llevar, por la belleza que el mundo quiera mostrarme, hacer espacio dentro de mi, al bajar la expectativa, para que quepa todo lo que 2024 tiene por enseñarme. Me gusta. Me gusta haber llegado a donde estoy. Me siento grande. Y es una sensación tan maravillosa que este 2024 me propongo crecer, todavía más, para ampliar la mirada y conectar más con este mundo, que siempre tiene algo nuevo que decir. Con amor, María.

No hay comentarios:

Publicar un comentario