miércoles, 18 de julio de 2012

Llámame loca...^^

Estoy loca, completamente ida.
La locura; fuente de mis desvelos, consejera de mis dudas, universo paralelo al que escapo pues ha llegado a formar parte de mi... se ha convertido en una necesidad, una adicción, una droga.
Es la sangre que corre por mis venas, el aire que respiran mis pulmones. Lo que me mantiene a salvo, con vida.
Nunca os habréis parado a pensar en qué piensan los locos, incluso si ellos mismos saben que lo están.
Pues bien, yo tampoco. 
Sólo se que en mi demencia, incrementada únicamente por la soledad...pienso.
Y creedme: los locos más peligrosos son los conscientes de su estado. Porque es eso precisamente, lo que hace que enloquezcan cada vez más.

Se puede estar loco de amor, loco de celos... y en la locura sentir dolor, indiferencia o miedo.
Se puede estar loco de pena, de melancolía... y en la locura camuflarlo con la más falsa alegría.
Se puede estar loco de tantas y tantas cosas que sólo de enumerarlas ya habrías entrado en el juego de la locura.
Y una vez dentro te absorbe, te succiona. Como un agujero en medio de la nada. Eres incapaz de salir y si lo intentas eres susceptible a la muerte. Es imposible.
Y es que aunque lo desees con todas tus fuerzas, siempre habrá una pequeña parte de ti que en el fondo luche contra la cordura.
Y, querido lector, eso es lo que hace que sigamos andando; sobreviviendo al día a día. A miradas, a críticas que desconocen la verdad más sincera, a insultos y mil palabras que duelen en el alma, o a silencios capaces de hacerte llorar lágrimas amargas de las que queman la piel.

Locos. Están todos locos. Y mientras tanto intento buscar una cura a la eterna locura. A la psicosis, el delirio, la paranoia y la fantasía. Pero para eso necesito estar sola, volverme loca y estudiar los síntomas.
 Y me retiro a la residencia donde me internaron al nacer. 


Mi manicomio: "un lugar llamado mundo."

No hay comentarios:

Publicar un comentario