martes, 11 de septiembre de 2012

It´s going to be all right

" Se pueden sacar bonitas historias por las calles de Madrid. Tú lo sabes. "
Leí el mensaje entonando las palabras con la voz que se que ella habría puesto al escribirlo. Acto seguido sonreí. Es cierto que lo sabía. Además llovía, y ese siempre ha sido un factor interesante en las historias.
Guardé el móvil en el bolsillo y respiré el encandilador perfume que la humedad había dejado impregnado en el aire. El cielo, cubierto de nubes grises, difuminaba la hora; ya que parecía haberse detenido el tiempo en un momento entre la tarde y la noche. La brisa fresca de verano es mi sensación favorita sobre la piel después de una caricia y un buen beso en los labios. Así que disfruto de ella mientras corro hacia mi nuevo piso, pues aunque sin horario, el cielo se ilumina de morado y blanco a parpadeos; anunciando tormenta.
Sigue lloviendo cuando la llave encaja en la cerradura y consigo entrar en mi portal, chorreando agua por el pelo y las pestañas.
Subo al ascensor y pulso el cuarto. En el pequeño espejo que enmarca la pared de enfrente, mi aspecto se ve diferente al de esta mañana. En él aparece una joven de ropa mojada, sonrisa dulce y mirada ausente.
 Me quito las deportivas antes de entrar y camino de puntillas hasta llegar a la ducha. Es una sensación distinta al agua de lluvia, tan fría y desordenada. Ésta cae templada y uniforme sobre mi, haciendo que cada gota me envuelva. Me seco y me pongo ropa limpia. Ya casi es de noche y mi pelo sigue mojado, aunque ahora huele a lavanda.
 Una de las ventanas de mi habitación lleva a una pequeña terracita en la que apenas caben tres personas de ancho. Sin embargo, de largo es más amplia: cinco grandes ventanales cubren la parte superior de la pared, mostrando varios edificios, un tejado y el cielo abierto de Madrid.
Me siento sobre un viejo baúl de madera, abro mi cuaderno y empiezo a escribir.
Ahora ya no llueve, y es probable que una de esas " bonitas historias salpicadas con agua de lluvia" haya terminado. Y es que, querido lector, tengo una teoría:

<< Muchos dicen que cuando llueve es porque los ángeles lloran, pero yo creo que está todo planeado. Que cuando las nubes se juntan y se tiñen de gris significa que hay una historia que está a punto de nacer. Tal vez esas primeras gotas caigan sobre los labios de un primer beso. Quizás sean magia resbalando por el paraguas de una pareja en el parque, o se conviertan en testigos de mil locuras. Sea lo que sea, estoy segura de que la lluvia presencia mil bonitas historias... hasta por las calles de Madrid.>>

Sólo lamento que hoy yo no me encuentre en la calle, ni tenga una bonita historia que contar. Pues es de noche, y no llueve, y las luces de las ventanas se van apagando una a una. Y aquí estoy yo, despierta, contemplando el cielo. Sin darme cuenta de que mi luz sigue encendida, de que mi historia aun no ha acabado. Me abrazo con fuerza las piernas, rodeándome como si fuera una niña pequeña. Aferrándome a mi misma, a mis recuerdos, a todo cuanto echo de menos y a un futuro cercano al que he de enfrentarme yo sola. Me abrazo a mi pasado y sin querer dejo que resbale una lágrima por mi mejilla; una gota que arde sobre mi piel, que duele y deja cicatriz de esas que no se ven. Salgo de mi misma y me veo tan pequeña que tengo ganas de cogerme y arroparme, de decirme que todo va a ir bien... que todo va a ir bien.....






2 comentarios:

  1. Sólo tu entiendes cuando digo que "Hoy hace un gran día" cuando llueve. Me ha encantado esta entrada!

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  2. Encandilado me tiene lo que escribes y la manera que lo haces sobretodo, incluso me inspira.
    La lluvia es una gran amiga, yo siempre salgo a saludarla.

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