lunes, 25 de noviembre de 2013

Sola contigo*

Salí pronto de aquella clase y sin mirar atrás en ningún momento, aunque el tiempo es relativo, depende quien sostenga el reloj. 
Para mi el día, fuera de esos muros, extendía sus brazos como si fueran las manecillas, indicándome que aún quedaban horas para que brillase el sol cuando; minutos antes, todo parecía estar en blanco y negro.
 Me senté en Moncloa, mirando fijamente a la carretera, absorta en los miles de coches que pasaban acariciando el asfalto. No pensaba en nada y no sabía por qué. No tenía nada que decir así que escuché. 
Cerré los ojos y me concentré en los intensos e incesantes latidos de la ciudad, con su ritmo acelerado, sin descansar un minuto para respirar... y descubrí que así era como me había sentido estos últimos días. Y tuve ganas de abrazar Madrid, de abarcarla con mis brazos y acunarla hasta que se quedase dormida.
 Tuve ganas de apagar el sol y encender la luna, de darle al botón de silencio, de escribirle una carta a mi querida amiga. Sonreí. Llevaba conmigo un cuaderno y el estuche (además de mil caramelos de limón en el fondo de mi mochila). 
"Querida Madrid:_ escribí arriba a la izquierda, comenzando una breve carta sin fecha que más tarde rompería_ gracias."

1 comentario:

  1. Hola

    Cómo estás? Hace mucho que no pasaba por tu blog. Está muy bueno lo que escribiste. Además, es como que me imaginaba la situación mientras veía la imagen. Te quería avisar que te dejé un premio en mi blog. Acá te dejo la url:

    http://unpocodistinto.blogspot.com.ar/2014/01/premio-liebster-award-segunda-vez.html

    Espero que andes muy bien.

    Un beso! :)

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