sábado, 22 de febrero de 2014

diecisiete, doce meses y una mañana

Ya puedes ir a la cárcel. Me reí. ¿Por qué todo el mundo hacía la misma estúpida afirmación? Me parecía estúpida porque era algo obvio pero sobre todo porque formaba parte de un esquema mental social que no se en qué momento ni quién había predeterminado. Sonreí. La gente me parecía tan... no se.... no se cómo me parecía la gente ni si quería aventurarme a hacer un juicio de ella solo por haberme dicho "Ya puedes ir a la cárcel" el día de mi dieciocho cumpleaños.
Volví a sonreír. La verdad es que ayer fue una sucesión de sorpresas, como un pequeño corto de personas en <<stop motion>> intentando hacerme pasar un día diferente. Y sí, la verdad es que lo consiguieron desde que abrí los ojos esa misma mañana hasta que los cerré (muy pasadas las doce) e incluso mientras dormía.
Me paro a pensar ahora, después de una noche un tanto ¿cómo me llamaste? ah sí: "peculiar".... el por qué de esa simpática frase. Ya puedo ir a la cárcel. Me río otra vez.
No puedo evitar pensar que no soy la primera a la que le dan un primer consejo en su mayoría legal de edad tan sincero y realista. Sin embargo, voy más allá. Y lo entiendo, aunque ellos al decirlo no se hayan dado cuenta. Y es que en el fondo, lo que vienen a decir esas seis palabras es que desde ya, respondo de mis actos ante la ley. Es decir, fuera del sarcasmo y la intención de sonsacar una sonrisa, todo el mundo es consciente de que llega un momento en el que nuestros actos tienen repercusiones.
Pero eso es algo que ya sabíamos en algún sentido desde pequeños. Entonces... ¿por qué está en todos la idea de responsabilidad a partir de una cierta edad?
 Tal vez es porque a partir de ahora darán por hecho que vas a saber asumir esa responsabilidad, aunque en ocasiones suponga mirar hacia delante con seriedad.
Por otro lado, y para mi con un mayor peso en el desequilibrio de la balanza; creo que el verdadero significado consiste en lo siguiente: Ya no eres un niño. Aunque duela, (y sí, en el fondo siempre arderá en tu interior el fuego de la infancia y la niñez....) ahora no es momento para ponerse sentimentales.
 Como decía, has crecido, y eso  conlleva que a partir de ahora has de empezar a coger las riendas de tu vida, para así dirigirla hacia donde tú quieras. Así que, querido lector, esto es todo por ahora.

                                                                     

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