Casi como Kansas en su quinto disco Point of Know Return el viento no arrastra polvo, sino palabras.
Y parece que llora mientras trata de colarse en la biblioteca de casa, donde intento investigar acerca de ese fenómeno llamado propiocepción.
Cinco tomos escritos por más de cinco autores. Centenares de hojas llenas de letras que cantan una oda conjunta al saber del propio yo, al conocer del propio cuerpo.
Convivencia 24 horas al día y nos resulta en ocasiones tan ajeno, tan extraño... ciertamente no sabemos manejarnos en esta máquina de forma humana; y no siempre es tan fácil.
Alguno de los libros habla del miembro fantasma, esa sensación de seguir sintiendo una parte de tu cuerpo que ya no posees... me recorre un escalofrío.
Parece que alguien nos describió una vez como seres inteligentes y dotados de razón, pero ¿qué sentido tiene autoengañar a la propia mente para poder sentir que todavía tenemos cada una de nuestras extremidades?
No puedo ni hacerme a la idea de qué se siente, de la frustración o el dolor al dirigir la mirada a ese lugar vacío... me estremezco sólo de pensarlo.
Miembro fantasma, propiocepción y viento. Ese es el orden inverso. Viento y palabras.
El viento declama sus poemas llenos de melancolía por todas las historias que ha podido observar desde sus inicios. Declama palabras que parecen gemidos...
Cierro la ventana y el recital toca su fin. Cierro los ojos sólo por un momento y el momento desaparece.
"I
close my eyes... only for a moment and the moment´s gone"
Att: LadyWinter
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