domingo, 10 de febrero de 2013

pequeñez infinita

Querido lector, ¿conoces esa sensación de mirar fijamente un punto y dejar que todo lo que hay alrededor de éste vaya difuminándose poco a poco hasta desaparecer? Seguro que sí.
¿Y qué dices de la sensación de estar sentado en un vagón de metro y sentir que te mueves mientras miras cómo en el andén de en frente hay otro tren que se va en dirección contraria a la tuya; y cómo cuando éste se pierde al final del túnel te das cuenta de que en realidad seguías quieto? Sí, seguro que la conoces.
¿Y esa de mirar el cielo oscuro a través del cristal del coche, sintiendo lo pequeño que eres frente a ese mar de constelaciones por el que dejas que tu mirada navegue? No me cabe la menor duda de que alguna vez lo has sentido.
Que has sentido cómo el mundo se evadía y sólo quedabas tú. Que has sentido cómo muchas veces tu mente te traiciona y ves cosas que no pasan; y piensas cosas que no son... que te has sentido como una aguja en un pajar: perdido, insignificante y fuera de sitio.
Pero no te preocupes, porque si sales de ti mismo descubrirás que como tú, estoy yo... y como yo; el resto del mundo. Descubrirás que las cosas más difíciles son aquellas por las que más merece la pena luchar, por las que tiene sentido vivir.
Y, entonces, ¿de qué sirve compadecerse de uno mismo? Sinceramente, no sirve de nada. Porque si te paras a pensar en qué somos los hombres comparado con el comienzo del universo, en el efímero espacio de tiempo que llevamos en el mundo... y más aún, en el parpadeo que dentro de todo esto, supone nuestra propia existencia..... compadecerse es completamente irracional, ilógico y disparatado.
Y lo es porque sí, comparados con el tiempo, no somos más que un suspiro... pero al fin y al cabo "somos" y ésa es la palabra clave.
Somos distintos, extraños e incomprensibles a veces incluso para nosotros mismos. Somos altos, bajitos, o de estatura media. Somos egoístas a veces, y otras miramos más a nuestro alrededor. Somos pobres, ricos o conformistas con los sentimientos. Somos tímidos, extrovertidos o ninguna de las dos... incluso ambas al mismo tiempo.
Una vez escuché que somos una mezcla de cómo nos vemos a nosotros mismos, cómo los demás creen que somos, cómo nos gustaría ser, y cómo realmente somos.
La verdad es que me parece una teoría interesante. Me gusta pensar que en cierto modo es así, que somos algo porque formamos parte de algo... porque somos pequeños, pero eso sólo significa que estamos dentro de algo mucho más grande.



No hay comentarios:

Publicar un comentario