miércoles, 2 de enero de 2013

Vuelve, aunque solo sea para dar sentido a mis palabras

*Querido lector, esto sólo es un texto entre otros que encontré por ahí perdido en un cuaderno, y he decidido, (aunque tarde) retocarlo un poco y dejarlo como lectura rápida para que te entretengas cuando quieras en otro de mis delirios. Espero que te guste, siempre tuya: la escritora.

Vuelve, pues ya no sé donde buscarte. Me tienes perdida, abstraída del mundo, has conseguido volverme loca.
Y me pregunto donde estarás, mientras recorro Madrid en busca de alguna pista que me acerque un poco más a ti. Y es que ya no te encuentro ni en el viento, ni en la luna, ni siquiera en el comienzo de este frío y tímido invierno que poco a poco empieza a colarse por las ventanas abiertas de gente que, como yo, aún siguen pensando que todavía no ha llegado diciembre.
De todas formas, qué más da en qué estación estemos si tú no puedes verla conmigo. Que más da, si no me sugieres como pintar con palabras los colores del cielo en un papel.
Que tristes se han vuelto mis días, qué apagadas mis noches cuando no entras de puntillas como el amante que sigiloso atraviesa el balcón de la doncella para hacerla suya hasta que sale el sol.
Y meto las manos en los bolsillos mientras camino sin rumbo, ya que he decidido que voy a dejar de buscarte. Ya me encontrarás tú algún día. O puede que en realidad nunca te hayas ido, y todo este tiempo fuese yo la que ha tenido vendados los ojos y me haya costado agudizar el resto de mis sentidos para adivinar dónde te has escondido.
En todo caso, ya volverás. Tranquila, tú no te preocupes por mi , que mientras te espero, mi distraída y muy querida inspiración... yo soy feliz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario