viernes, 21 de noviembre de 2014

Arte obtuso

Y bailaba, como si no hubiera existido un ayer, como si no fuera a existir un mañana.
Bailaba, y su escenario era el más controvertido, y sus espectadores éramos los más fugaces que ella jamás.... Me pierde.
Él al piano, ella dueña de su cuerpo y de cada uno de sus más volátiles movimientos. Decidida a no detenerse con cada paso que precede al anterior. Decidida a ser sólo ella en ese preciso instante, sin máscaras. Y es hermoso.
Baila, esta vez en presente. Está allí, en cuerpo y alma, en un ahora inmediato y eterno.
Es esa hoja de Otoño que se deja mecer con el vaivén del viento. Y va, y viene, y (de nuevo) no se detiene.
Y en las entrañas del embelesante mundo subterráneo de la ciudad, una mujer oye la voz de su yo interior, y responde espontánea al grito de su alma. Se une al baile e intenta convertirse en el espejo de simetría de la incesante danza. Un gesto de complicidad. Un detalle de dulce delirio que ambas comparten como si se tratara de un secreto que ninguna tuviera intención de guardar.
Y se bañan con las curiosas miradas de los que deciden apartar dos segundos sus ojos del teléfono móvil. Miradas ausentes y vacías, sarcástica metáfora de su propia soledad.
Pero no les importa. Se nutren de la música y de su ignorancia.
La segunda mujer abandona el escenario, coge su tren y se difumina como un mero recuerdo sin importancia fácil de olvidar sin ningún tipo de escrúpulos.
Yo misma la olvido. “Ya la recordaré más tarde cuando la pinte con palabras en alguno de mis escritos”- pienso. Y todo sigue fluyendo, ajeno a su ausencia. Y parece que ahora que ya no está, es ella la que se ha convertido en protagonista del baile inmortal.
Pero no quiero, me niego a que sea ella el centro de estas líneas.

Y se oye el devenir de los pasos de los que se refugian bajo tierra, el devenir de sus vidas y el arrastrar de sus cansadas decisiones. Pero yo no escucho nada de eso, nada salvo sus pies besando el aire y mordiendo el suelo.  





                                                                                                         Att: LadyWinter

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