jueves, 13 de noviembre de 2014

La bailarina que no sabe lo que dice y el soldado que la escucha y sonríe

Hace frío bajo el abrigo de mi mente.
Y mi piel, ajena a todo, arde.
Huele a té de vainilla
Y sabe a chocolate blanco.
Mientras tanto tu mente llora, tu piel me culpa y no huele ni sabe a nada.

Los de letras gobernaremos el mundo
Ya te lo dije.
Pero nadie es mejor que nadie...
y las contradicciones nunca mueren.
Mientras tanto volvemos a la Edad de Piedra, donde las palabras son gestos, las miradas jueces y nosotros dormimos junto al fuego.

Romper, amar, gritar, saber, ignorar....
¿por qué la falibilidad humana nos hace tan frágiles?
Nuestra propia naturaleza es contraproducente
la lucha por la supervivencia y contra la debilidad inherente a nuestra condición de ser personas
Frustración que se cobija y se alimenta de la no-comprensión.

Muere y vive soldado,
No dejes que te lleven en su barquito de papel.
Vive y se eterno mi fiel amigo,
seamos juguetes que fingen no latir en desesperados intentos de pasar desapercibidos.



Att: LadyWinter

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