viernes, 7 de noviembre de 2014

Ayer no soñé con el rey de los payasos

Ayer no soñé con el rey de los payasos. Ayer no soñé con esas hadas que desaparecen en presencia de maggles, ni con la reina de las nieves. Ayer no soñé que paseábamos por Madrid, ni que dábamos una vuelta en bici de noche, cruzando la Castellana sin un sólo coche que nos acompañase en nuestra Odisea. No soñé que lloraba porque desaparecías, ni que volvías a aparecer; ni que, cuando lo hacías, me llevabas en brazos (cual superman) a uno de los anillos de Saturno y, una vez allí, me besabas hasta que la imagen se convertía en una nebulosa de astros indeterminada y confusa.
Ayer no soñé nada de eso, ni muchas otras cosas.
Ayer no existió, ni su día ni su noche.
Ayer no me garantiza que hoy te vuelva a ver, o que te vea mañana, o que no seas más que un estúpido sueño.
Guardo silencio, y rezo porque no seas ayer, ni pasado, ni sueño. Rezo porque no seas ficción, ni un invento o creación de mi inconsciente.
Rezo a quién no sé poner nombre...te rezo a ti. Y te pido que tampoco seas mañana, ni la semana que viene, ni nunca. Porque no quiero que seas tan intangible como las ilusiones o tan abstracto como los Quizás.
Cierro los ojos, suspiro, me quedo profundamente dormida.
Y te suplico que seas Hoy.... por y para siempre.




No desaparezcas... Att: LadyWinter

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