domingo, 21 de abril de 2013

Estúpidamente feliz

Todavía con la cabeza pegada a la almohada me acerco el móvil a la oreja y contesto con los ojos cerrados:
-¿Sí?
Te ríes y contestas.
-Yo.
Me río. Ya sabía que eras tú.
-Ah, vale.
Ambos reímos.
-¿Te he despertado?
-Sí.
-Entonces lo siento, vuélvete a dormir.
-No.
-¿Por qué?
-Ahora ya no puedo.
Oigo un silencio y puedo imaginar tu sonrisa. Y sonrío yo también.
Me incorporo lentamente y me froto los ojos. Imagino que tengo las arrugas de la sábana dibujadas en mi mejilla mientras bostezo. Y me la trae floja.
Cuelgo, o cuelgas. Qué más da.
Tú tendrás el teléfono entre las manos durante unos segundos, mirándolo fijamente, como si eso fuera a hacer que yo apareciese de un momento a otro; mientras que yo, por mi parte, vuelvo a cerrar los ojos pensando en ti.
Lo más probable es que justo después empieces a estudiar. O, por lo menos, esa es la teoría de lo que deberías estar haciendo. Porque ahora mismo tienes el futuro en tus manos, al igual que yo y el resto del mundo. Pero el resto del mundo no me importa, así que me levanto a regañadientes de la cama y me lavo la cara. Yo también tengo que estudiar.
Sin embargo, al levantar la vista, en el espejo, me distraigo al ver a una chica que me sonríe como una tonta desde el otro lado del cristal.
-¿Sabes?- lo digo en voz alta, aunque sé que no me puedes oír   Eres la principal causa de que ahora mismo, me sienta estúpidamente feliz.




4 comentarios:

  1. Es irónico que por teléfono me quieras colgar y en persona no te me puedas despegar.

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    1. Es mutuo, no irónico xD y no te quiero colgar, pero uno de los dos tiene que ser el racional; y tú no eres capaz, así que aunque me cueste me toca a mi. =P

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