lunes, 25 de marzo de 2019

Quisiera ser chorro de agua fría.

Echo de menos ser corriente, tener un camino que erosionar a mi paso aunque me duela en algunos tramos de mi cuerpo , no tener forma y al mismo tiempo tenerlas todas, llorar y no distinguir de mis lágrimas mi esencia, no saber dónde acabará todo o qué criaturas del bosque beberán de mí.
Echo de menos decir siempre que sí, no pararme a ver si he dañado a las rocas del fondo del río y, a la vez detenerme para ver cómo sangran sus heridas (aun cuando no era mi intención pasar tan bruscamente sobre ellas). Curarlas. Llevarme la sangre que les sobra y hacer que dejen de sangrar con el agua que arrastro. Echo de menos tener tanta vida y estar tan fría, congelar tu cuerpo  y redireccionar la sangre de tus músculos a tu cerebro, sin que puedas moverte, poder charlar de lo que quieres ahora se han quedado estáticos. Quiero poder llorar cristal y salpicar a la orilla de mis límites, fuera de mi, hacer que crezca vida de mis cenizas en otros seres de distinta naturaleza a la mía. Quiero no tener que pensar en cómo baja la corriente de otro río cercano, condicionando mi curso, sino ser yo el cauce principal de mis afluentes. Quiero que una tormenta de vientos huracanados me eleve y verlo todo desde tan arriba que de vértigo la caída, que me defina con una sola palabra: Libre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario